La Oculta Belleza de las Piedras

El valor de las Piedras:

 

No me es difícil recordar preciosos momentos en los que te observaba recogiendo piedras de diferentes tamaños, amontonándolas, tirándolas, decorándolas y haciendo colecciones con ellas. Algo latía en tu interior que quise comprender, y elegí este momento para hacerlo. Tu hermanito pequeño Yuri me está ayudando mucho, porque me facilita comprender tus recuerdos.

 

Pero sobre todo fué el primer regalo que me hiciste, tal vez porque me sentías cerca y tenías confianza en darme algo que para ti era valioso: tu piedra favorita. Ahora tengo tiempo de averiguar por qué lo hiciste, y precisamente a papá.

 

 

¿Qué significado tenía aquel regalo, aquella pequeña piedra que nadie salvo tú valoraba?:

 

 

Estos tiempos en que no puedo estar contigo –por razones ajenas a ti y a mí-, me sirven para reflexionar sobre los pequeños detalles de tu Oculta Belleza. Detalles como el del regalo de la piedra. Y ahora sé que no pudiste expresarme con palabras lo que significaba, no las necesitabas para que te entendiera si realmente papá hubiese sabido comprender tu esencia.

 

 

El significado se explicaba por tu forma de estar conectado con la naturaleza, porque era en tu infancia dónde te mantenías en esa conexión libre, pura y sin dobleces paseando por la montaña, el mar, el campo, junto a los animales, y por supuesto recogiendo pequeñas, grandes y diferentes piedras –que era de lo que más abundaba en esos paisajes por donde anduvimos en tu infancia-.

 

 

Ahora, por fín, me resulta sencillo comprender el significado que tienen las piedras para un niño, ¡para ti mi niño!.  Las piedras llevan implícito el significado de permanencia, de infinito. No importa cuánto transcurra, porque las piedras siempre mantienen su esencia con el paso del tiempo.

 

 

Los niños son directos y naturales, no comprenden hasta que son más mayores el significado que tiene el dinero con el que nosotros compramos “casi todo”, pero de una forma artificial. Cuando eras pequeñín tomabas aquello que para ti tenía valor, era permanente y sobre todo natural.

 

 

Sí, podrías haberme regalado algo que también es natural como una flor o una planta (lo hiciste más adelante), pero algo en tu interior te decía que serían regalos que durarían poco. Una piedra sin embargo es algo que pudiste coger, valorar y regalarme por tí mismo, no necesitaste dinero, y tenía el valor de lo perenne, de lo que nunca desaparece. Me estabas regalando lo más esencial en un niño: tu estima, todo lo que tú podías dar, lo más duradero: EL AMOR.

 

 

¡Y tenías tanta razón!. Ahora, quizás ya comprendas porque tienen tanto valor las esculturas y las obras de arte hechas con piedra, talladas tan preciosas, pero cuyo significado trasciende más allá de sus formas, está en su permanencia, en el amor que les confieren los artistas al esculpirlas.

 

Cuando me regalaste aquella primera piedra cariñó, tú pusiste tu amor en ello, porque el amor es lo que perdura, eso significaba para ti aquella piedra.

 

 

Y nuestro amor fue, es y será infinito. Es por eso cariño que Papá también te regaló, un día de forma sorpresiva, las piedras que tienes guardadas para ti en tu cajita de tesoros, y aquí seguirán hasta que vuelvas y seas LIBRE.

 

 

Te amo hijo mío. Papá.

 

 

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Comentarios: 5
  • #1

    Francisca Nadal (domingo, 11 junio 2017 23:14)

    Que cosas mas bellas dedicas a tu hijo .
    Eres un gran hombre pero sobre.todo un verdadero padre

  • #2

    J. Raúl de la Parra (domingo, 11 junio 2017 23:28)

    Que grande eres, el tiempo dará sus frutos.

  • #3

    Javier Abril (lunes, 12 junio 2017 17:40)

    Gracias de corazón por estar a mi lado, y al de mi familia

  • #4

    charo (lunes, 12 junio 2017 19:16)

    Todo aquello que dices se refleja en mi hijo,me quedo sin palabras,eres muy grande y tu hijo lo vera ,un abrazo

  • #5

    Javier Abtil (lunes, 12 junio 2017 20:08)

    Charo, cielo, reflejamos sentimientos compartidos. Gracias por estar ahi amiga

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